Entre sus curiosidades el Gobierno Federal tiene una estadística que fue denominada “información delictiva y de emergencia con perspectiva de género”.
Comienza con lo siguiente: un ranking de los 100 lugares de México donde ocurrieron más feminicidios el año pasado.
Es triste ver que este listado tiene cuatro municipios de Sonora. Hermosillo ocupa el lugar 18, Cajeme el puesto 29, Nogales es el 67 y Guaymas tiene el sitio número 68.
Este documento -que se publica mensualmente- usa una interesante metodología, pues analiza en cuántos de los delitos que ocurren en México la víctima era una mujer.
Quienes lo elaboran no sólo observan la presencia de mujeres en las denuncias, sino también en las llamadas que entran al número de emergencias 911 de todos los municipios y estados del país.
Por ejemplo: al cierre del año pasado Sonora se colocó en el primer lugar nacional con más reportes de violencia intrafamiliar por cada 100 mil habitantes mujeres.
Y en el caso de violencia de pareja -agresiones físicas, sexuales, emocionales y comportamientos controladores por un compañero íntimo- el estado ocupo el lugar número cinco.
Llama la atención que entre los delitos reportados al 911 vemos que Sonora tiene el tercer puesto a nivel nacional con más llamadas para notificar que una mujer había sido abusada sexualmente.
¿Qué nos dicen estas cifras? Mucho. Por lo menos a mí me recuerdan la importancia de seguir escribiendo para visibilizar la gravedad del asunto.
Invitan también a la reflexión y a la reacción. Dejemos de normalizar que si la violencia hacia las mujeres en Sonora es un delito recurrente es porque hace calor o porque se consume más alcohol que en el resto de la república.
Dejemos de justificar la prevalencia de hombres golpeadores bajo el cobijo de que “es que eso vieron en sus casas” y lo peor “pobrecitos es que no recibieron educación”.
Si bien se trata de un problema influido por muchos factores en los que debería de profundizar a un más, la estadística “con perspectiva de género” del Gobierno Federal nos señala claramente que existe un problema en Sonora en el que urge que todos nos pongamos a trabajar.
¿Y tú que estás haciendo al respecto?
Priscila Pregunta 